Euskadi es el hogar de una de las tradiciones gastronómicas más valoradas: la elaboración de quesos artesanos. El queso vasco es un símbolo del saber hacer transmitido de generación en generación, un homenaje a la dedicación de los y las baserritarras locales y un reflejo del compromiso con el desarrollo rural y la sostenibilidad.
Estos quesos, elaborados con técnicas tradicionales y utilizando leche de ovejas, cabras y vacas criadas en pastos locales, no solo deleitan el paladar, sino que también contribuyen a preservar el medio ambiente y la economía de las zonas rurales.
A continuación, exploramos los 8 quesos para preparar tu tabla de quesos de Euskadi:
Su origen está en la naturaleza, en los verdes paisajes de Euskal Herria. El mismo entorno en el que, sin apenas variaciones a lo largo de más de ocho mil años, pastoras y pastores vascos han criado las ovejas Latxa y Carranzana, unas razas autóctonas de peculiares características con cuya leche cruda se elabora este singular y apreciado queso.
El sabor de un queso Idiazabal es intenso y a la vez es equilibrado y característico. Un sabor limpio y consistente con un marcado carácter de “leche madurada de oveja” y algo de sabor a cuajo natural.
FRAISORO
El origen de este suave y tierno queso artesano de vaca, hunde sus raíces en la Escuela Agraria Fraisoro de la Diputación Foral de Gipuzkoa (Zizurkil, Gipuzkoa) donde nació esta variedad en el siglo XIX a partir de procesos de elaboración tradicionales, siempre sometidos a constantes procesos de reinvención y mejora.
Ya en 1913 fue registrada oficialmente la marca “Queso de Fraisoro”, que se mantuvo activa hasta la década de los 60 de ese siglo.
AUNTZAI
En Euskadi, la tradición del queso de cabra procede de las laderas de las sierras más exigentes y menos apetecibles para otras especies.
Esos animales vivían en espacios naturales con terrenos escarpados, rocosos, de gran pendiente, donde crecen las hierbas, matorrales y flores silvestres más duras, dando al queso Auntzai el sabor y aroma intensos de la leche producida en esas condiciones.
LATXA URDINA
El queso azul procede de Francia, pero Latxa Urdina presenta una particularidad: está elaborado con leche de oveja Latxa, lo que lo convierte en único en el mundo. Este queso de gran personalidad marca cualquier comida o cena.
Su agradable sabor llega más lejos en lengua y su intensidad, que no es excesiva, se mantiene en boca un tiempo. Una joya generosa y colorida, que puede dar un toque diferente a la elaboración de diferentes recetas.
OTZARA
El proceso de producción de este sabroso producto, también conocido como ‘queso de cesto’, sigue respetando las antiguas técnicas artesanales de las amamas queseras de la zona occidental de Euskadi, desde la comarca de Las Encartaciones hasta el Valle de Ayala.
De pequeño y elegante formato, estructura tierna y cara amarillenta, es un queso habitual en mercados, tabernas y caseríos vascos.
SAROI
Se trata del queso vasco con referencias más antiguas, anterior a los propios caseríos, porque nació a la vez que las majadas, arcaicos espacios ganaderos o pastoriles, tradicionalmente de propiedad comunal, gestionados por los Unaiak, los vaqueros vascos, en los pastos de montaña.
Es un queso suave, de gran tamaño y elaborado con mezcla de leches porque los rebaños tendían a estar compuestos por diferentes especies (vaca, oveja).
TXURIA
Ligero y saludable, Txuria es un queso fresco sin corteza de fácil digestión.
Mencionado con frecuencia en diversos versos y relatos del folklore vasco, fue el queso vasco por excelencia en épocas de escasa producción de leche, ya que es el que se produce más rápido y se consume de forma más fácil. Sin embargo, cuando aumentaba la producción de leche, esta variedad decaía, ya que los queseros tendían a producir quesos curados con mayor capacidad de almacenamiento.
Descubre muchos más contenidos como este en nirea.eus .
